El error del monoteismo

La humanidad antigua creía en su mayoría de tribus y pueblos esparcidos por todo el planeta en diferentes dioses, deidades y poderes místicos. El politeísmo y el panteísmo no son más que personificaciones de los humanos de la naturaleza, de la magia natural, del poder que les rodea e incluso el que ellos tienen dentro. Así se asignaban dioses al viento, al mar, al cielo, a la fertilidad, etc. Y esto unía al ser humano a su entorno, a su interior, a si mismo, adorando cada manifestación del mundo y de si mismo. Considerando sagrado cada manifestación y cada cosa existente. Igual que los indios americanos y muchas otras tribus y pueblos, para ellos, absolutamente todo es sagrado y con esta idea mantenían un estricto respeto hacia la naturaleza, el mundo que les rodeaba, los animales y a sus semejantes.
Sin embargo, de una cultura politeista, un patriarca pastor tomo la idea escuchada de un acomplejado faraón egipcio y enunció que de todos los dioses de su cultura politeista, el tenía la primicia y la exclusiva atención de un dios al que volcó todo su interés hasta llegar el punto en que lo adoró como si fuera el único dios que existía y por tanto el jefe y creador de todo. Incluso el único que podía existir. Con el paso de los años, las mal-interpretaciones y demás verguenzas humanas se llegó a crear una corriente de pensamiento totalmente errónea e incluso dañina: el monoteismo. El monoteismo separó al ser humano de lo que le rodeaba, incluso lo aisló de si mismo indicándole que él no era sagrado ni mágico sino que el tenía dentro a ese dios con lo que el ser humano dejó de ser el mismo. Ese dios único se erigió como el único ser sagrado del universo provocando que se considerase todo lo demás como sucio, profano y a ser usado con desprecio, vergüenza y sin respeto ni consideración: así se escuchan cosas como que el planeta es para ser explotado, los animales para ser maltratados y sacrificados como deseemos pues dios nos los ha dado. El monoteismo ha hecho que el ser humano crea en un poder ajeno a su mundo y a si mismo, un ser ficticio que no le importa el mundo ni el ser humano, sino solamente a si mismo y su voluntad. El ser humano no creo un dios a su imagen y semejanza, sino que creo un alterego deificado a partir de sus partes oscuras de la mente con lo que poder justificar todas las atrocidades y egocentrismo que antes con su mentalidad unida a su entorno y respetando todo no podía hacer sin comprender que el mismo pagaría los daños hechos a todo lo sagrado que le rodea, pues todo esta conectado, y todo afecta a todo. No todo forma un dios, sino que todo esta en la misma realidad y la realidad es afectada a si misma por si misma como los peces dentro de un estanque.

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