Este ha sido mi primer viaje a latinoamérica, en México lo primero que note fue un calor tremendo. Fuimos en una camioneta de Armando hasta el pueblo, fueron varias horas de viaje. El pueblo como todos me encanto por su sencillez pero su vida y energía en la gente.
Nos presentaron a los participantes de la ceremonia, lo 1º que nos dijeron es que no contáramos a nadie como se realizaba la ceremonia, si queríamos hablarle a alguien simplemente podríamos hablar de lo que era nuestro, de nuestras vivencias y experiencia propia, pero nunca acerca del rito y sus procesos y formas, así como de los participantes y sobre todo del director de la ceremonia, un chaman muy poderoso al parecer, aunque iba acompañado de otros chamanes que le ayudaban. Si algo puedo decir sin faltar a la promesa echa de no comunicar acerca de la ceremonia, es la meticulosidad de cada acto y gesto, y el respeto por cada miembro de la ceremonia, se podría decir que los guiás de la ceremonia crean un mundo en el que dejan libre a los miembros para que experimenten según su voluntad. Reconozco orgulloso que ha sido de las experiencias mas plenas y únicas de mi vida hasta el momento.
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